Este pequeño Spaniel de origen inglés tiene una historia relativamente reciente. Desciende del antiguo King Charles Spaniel raza a la cual los criadores ingleses cruzaron con distintos spaniels para crear a estos perros. Aunque se lo considera exclusivamente un animal de compañía, aún mantiene su antigua pasión por la caza. Es sumamente activo, vivaz y atento.
El Cavalier King Charles Spaniel tiene un tamaño no muy grande y bien equilibrado. La norma racial no establece una altura determinada, limitándose a exigir un peso de cuatro kilos y medio aproximadamente. La cabeza posee el cráneo casi plano entre las orejas, estas son largas y caídas, de nacimiento alto y con abundantes flecos. El hocico tiene forma de cono, los ojos son grandes, oscuros y redondos, sin ser prominentes. El cuello es moderadamente largo y ligeramente arqueado. El cuerpo es recogido, con costillas bien abarriladas. La cola es de longitud proporcional al cuerpo, llevada alegremente pero nunca sobre la línea dorsal. El pelaje es largo, sedoso, ligeramente ondulado, con abundantes flecos.
Los colores admitidos son cuatro:
- negro y fuego: negro con machas rojas encima de los ojos, en las mejillas, en el interior de las orejas, el tórax, las patas y debajo de la cola. Sin manchas blancas.
- ruby: rojo intenso uniforme. Sin marchas blancas.
- tricolor: negro y blanco bien repartido con manchas castañas sobre los ojos, en las mejillas, interior de las orejas, patas y debajo de la cola.
- blenheim: fondo blanco con manchas de color castaño vivo. Una característica distintiva de la raza en este color es la mancha en la cabeza, entre las orejas.
El Cavalier King Charles Spaniel se mueve alegremente y con soltura debido no solamente a su carácter ágil y vivaz, sino también a su constitución sólida y bastante musculosa. Es un perro deportivo, afectuoso y sin timidez alguna. Alegre, amigable, no agresivo y sin ningún asomo de nerviosismo.
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